La ciudad de Chennai (antiguamente conocida como Madras) es la capital de Tamil Nadu, estado situado en el sudeste de la India. Sus 4,5 millones de habitantes hacen de ella la quinta ciudad más poblada del país. La economía chennaita gira en torno a la industria automovilística (toma el sobrenombre del “Detroit del Sur de Asia”) aunque también destacan sus fábricas de componentes electrónicos y sus empresas de servicios sanitarios, bancarios y de software (sino qué haría yo aquí, ¿verdad?).
¿Cuándo viajar?
En Chennai, la temperatura ronda los 30ºC durante todo el año aunque la humedad hace que la sensación de calor sea mucho mayor. Los meses de Mayo y Junio son los más calurosos y deberían evitarse. Por otro lado, desde Septiembre a Diciembre nos encontraremos con la época de monzones y precipitaciones más que abundantes. Yo recomendaría viajar a mediados de Diciembre, coincidiendo con el festival de música o a mediados de Enero, coincidiendo con la celebración del Pongal, la festividad más importante para los Tamiles.
¿Cómo llegar?
Desde el País Vasco, la ruta más directa se completa volando desde Bilbao a Bruselas con Brussels Airlines (2 horas) y desde Bruselas a Chennai con Jet Airways (9 horas y media). Desde el resto de España, cualquier conexión con Bruselas también es válida. Otra opción sería coger un barco siguiendo la ruta planeada por Cristóbal Colón (recordad sortear las Américas a través del Canal de Panamá), aunque desconozco la duración de este trayecto
¿Dónde alojarse?
Tajs y Sheraton aparte, se pueden encontrar hoteles majos por 2.100 Rupias (unos 30 €) por noche. No os puedo recomendar ninguno de primera mano ya que yo resido en un apartamento de dos habitaciones, dos baños (western style), sala y cocina que, por un módico precio de 21.000 Rupias (unos 300 €) al mes, es una buena opción para estancias largas. Sobre todo, buscad bien y no seáis tacaños ya que, como bien dice el dicho, lo barato sale caro y pasarse unas vacaciones en el Sur de la India sin aire acondicionado, duchándose con un cubo y una jarra y cagando en un wáter sin taza puede ser todo lo exótico que queráis pero no tiene encanto alguno La página web Must See India es un buen sitio donde empezar la búsqueda de alojamiento.
¿Dónde comer?
La cadena de restaurantes vegetarianos Saravana Bhavan es, gracias a su calidad, buen servicio, extensa carta y precio, la mejor opción para comer en Chennai. Tienen varios restaurantes en la ciudad en los que podréis degustar el menú especial Tamil Nadu y un típico helado de mango por unas 170 Rupias (unos 2,5 €). Otra buena opción es acercarse al restaurante Idli & Dosa (ID) situado en la segunda planta de las salas de cine Sathyam. Con su ambiente lounge y su cocina a la vista, podréis degustar por unas 210 Rupias (unos 3 €) las mejores especialidades vegetarianas del Sur de la India, idli y dosa incluídas. Si nada de lo anterior os convence, podéis encontrar numerosos McDonald’s, Pizza Hut y Kentucky Fried Chicken (KFC) por las zonas más occidentales de la ciudad (aunque ir a la India y meterse en uno de estos “restaurantes” tiene delito). Quiero aclarar que no me hago responsable de las quemaduras en la boca y/o pirrileras derivadas de la visita a cualquiera de los restaurantes arriba citados
¿Cómo moverse?
Los taxis para turistas son caros (aunque el aire acondicionado se agradece) por lo que los auto rickshaws son la mejor opción si no sois muy sensibles a la contaminación de los coches (siempre podéis taparos la nariz y la boca con un pañuelo). Os intentarán sacar lo máximo posible por el trayecto, of course, pero regatead hasta las 10 Rupias (unos 0,15 €) por kilómetro, que es un precio bastante razonable para ambas partes. E intentad evitar el incómodo autobús público a no ser que queráis sentir el calor humano de los indios por la vía rápida
¿Dónde comprar?
El Spencer Plaza y el Chennai City Center son una réplica exacta de los centros comerciales occidentales tanto por su distribución (de abajo a arriba: parking, supermercado, tiendas, más tiendas, aún más tiendas, cines y restaurantes) como por su “fauna” (chavalería de la generación iPod, mayormente). En los barrios de George Town, T. Nagar y Anna Nagar (2nd Avenue) también podréis encontrar numerosas tiendas, tanto indias como occidentales (Pepe Jeans, Levi’s, Benetton, etc…). Pero si lo que buscáis es material electrónico al mejor precio, el paseo del puerto os ofrece una amplia oferta de productos de las mejores marcas: Canon, Sony, Panasonic, etc… Eso sí, teniendo en cuenta la proximidad de la zona de descarga podemos deducir, sin estrujarnos mucho los sesos, que las cámaras, relojes y reproductores de MP3 disponibles han sido “sustraídos” (léase robados) de los barcos que allí atracan. O sea que si no queréis tener problemas con la Policía de Chennai, mejor evitad comprar en este lugar. Como dirían en Media Markt, ¡yo no soy tonto!
¿Qué visitar?
Como buenos turistas occidentales, váis a una ciudad a ver “cosas” (monumentos, museos, paisajes, etc…) y a sacar fotos (cuantas más, mejor). Haré una pequeña lista de los must see, es decir, los lugares más típicos. Empezando por el Norte, a la altura del puerto, podemos encontrar majestuosos edificios imperiales como la Estación Central, el Tribunal Supremo o el Fuerte de San Jorge, primer fuerte construído en la India por los ingleses y actual sede de la Asamblea de Tamil Nadu. Cruzando el río Kuvam, llegamos a Marina Beach que, con sus 12 kilómetros, es la segunda playa de ciudad más larga del mundo (al menos eso dicen los lugareños) y, sin duda alguna, una de las más guarras (eso no lo dicen los lugareños, es una reflexión personal). Por tanto, la mejor opción no es tumbarse al sol ni chapotear en las aguas de la Bahía de Bengala sino pasearse por su renovado paseo marítimo, destruído en las Navidades de 2004 por el tristemente famoso tsunami. Desde los monumentos en honor de M. G. Ramachandran hasta la estatua de Mahatma Gandhi, podremos disfrutar de un tranquilo paseo y de numerosas estatuas en recuerdo de otras personas notables. Al final de Marina Beach encontraremos la Basílica de Santo Tomás Apóstol. Arquitectónicamente, la catedral no es espectacular, siendo la pintura blanca que la cubre su rasgo más singular. Sin embargo, su valor religioso es enorme ya que es, junto con la Catedral de Santiago de Compostela y la Basílica de San Pedro de Roma, la única que conserva las reliquias de uno de los 12 apóstoles de Jesús (tengo que admitir que desconocía totalmente este hecho hasta visitarla). Muy cerca, encontraremos el Templo de Kapaleeshwarar en honor del dios Shiva. Si lo visitáis un domingo por la mañana, además de disfrutar de la mejor arquitectura religiosa india y de la compañía de las vacas que como Pedro por su casa se pasean por dentro (afortunadamente el templo es al aire libre), es posible que podáis ver alguna de las bodas tamiles que en este lugar se suelen celebrar. Siguiendo hacia el Sur, y después de cruzar el río Adyar, encontraremos el Parque Nacional Guindy, el Instituto Tecnológico Indio y la Sociedad Teosófica que, además de su interés zoológico, tecnológico y filosófico-religioso respectivamente, son auténticos paraísos verdes donde reina la tranquilidad en una ciudad donde el tráfico es una auténtica locura. Chennai tiene otros muchos lugares de interés turístico, pero me quedaré aquí ya que los editores de guías turísticas tienen familias a las que alimentar
Pues eso es todo amiguitos turistas que vayáis a visitar Chennai. Quizás en otro momento redacte unas líneas sobre Chennai para expatriados, pero por el momento os tendréis que conformar con el práctico blog de Christoph Prieler.
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